Hablar de tipo de piel hace referencia a las características físicas que tiene la piel de tu rostro en las diferentes etapas y edades de tu vida y que son perceptibles a simple vista. Suele estar asociadas a nuestra genética, estilo de vida, hábitos de alimentación, entre otras. Estas características pueden cambiar con el paso del tiempo e incluso por los diferentes tipos de climas a los que nos veamos expuestas.
Es muy importante saber cuál es nuestro tipo de piel ya que cada una tiene necesidades y características especificas.
Los productos cosméticos y dermocosméticos que existen en el mercado están elaborados y clasificados para aplicarlos y utilizarlos dependiendo del tipo de piel.
Es por eso que un producto diseñado para una piel seca puede tener una presentación en crema; uno para piel grasa generalmente en gel, y así varían las presentaciones .
Veamos cuáles son los tipos de piel y cómo identificarla:
- Piel normal
- Piel seca
- Piel grasa y piel mixta.
- Me abro a un quinto grupo que puede ser una constante que complemente los 4 grupos anteriores: las pieles sensibles.
PIEL NORMAL: la palabra con la que suelo describirla, equilibrio.
Es una piel equilibrada y balanceada con relación a la producción de sebo, resequedad, hidratación, textura y dilatación de poros, siendo estos últimos poco perceptibles. Se le llama también piel Eudérmica.
No quiere decir esto que no tenga grasa. Quiere decir que está equilibrada y es proporcional a las necesidades de la piel. No se enrojece ni se irrita con facilidad.
Cualquier persona a cualquier edad puede tener la piel normal, equilibrada. Y aquí intervienen varios factores como la genética, el estilo de vida, alimentación, la salud en general y una correcta rutina del cuidado de la piel.
PIEL SECA: la palabra que describe este tipo de piel es, opacidad.
Son pieles con poco brillo y luminosidad. Evidencian falta de hidratación y humectación y esto las hace más propensas a sentirse algo tirantes y a que prematuramente aparezcan líneas de expresión. También se puede ver en ellas algún tipo de descamación, picor, irritabilidad y son pieles que suelen tener la barrera cutánea más frágil.
No existe una edad para tener este tipo de piel. De hecho en los bebés suele aparecer mucho. Y aunque la genética aquí es determinante, también la exposición a factores externos como el sol, el exceso de frío y diferentes ambientes pueden causar este tipo de piel.
Puedes tener un tipo de piel normal o grasa y pasar de un momento a otro a una piel seca. Por eso también puedo afirmar que una alimentación desequilibrada, un estilo de vida no saludable, contribuyen a aumentar la resequedad en cualquier tipo de piel a cualquier edad.
PIEL GRASA: brillo… esa es la palabra que para mí define a este tipo de piel.
La piel grasa se caracteriza porque se ve brillante, y cuando la tocas sientes la oleosidad o la grasa que produce. Es una piel en la que frecuentemente los poros se ven más dilatados (o abiertos como se suele decir), y por ende favorece a la aparición de comedones o los conocidos puntos negros.
La piel grasa tiende mucho a ser confundida con una piel Mixta pero a diferencia de ésta, la piel grasa es uniformemente grasa generalmente. No se ve grasa por zonas sino en todo el rostro pero también puede suceder que hay zonas en donde el brillo se pronuncie más como en la llamada Zona T: frente, nariz y mentón.
PIEL MIXTA: La palabra que para mí define este tipo de piel es, confusión.
Es el tipo de piel que más confunde porque ahí se fusionan dos tipos de piel, la seca y la grasa. Lo que te puede ayudar a tener más claridad es que en las pieles mixtas el brillo se concentra principalmente en la zona T: frente, nariz y mentón.
En esta zona se presentan más poros dilatados, más comedones o puntos negros y al tacto deja una sensación oleosa. Pero en las mejillas, alrededor de la comisura de los labios y el resto del rostro, es una piel que suele verse muy mate o seca.
PIEL SENSIBLE: Para este tipo de pieles la palabra clave es, delicadeza.
Considero que más que un tipo de piel, esto es una condición adicional que puede presentarse en cualquier tipo de piel. Y hace referencia a la sensibilidad o capacidad de reacción inmediata que tiene la piel ante las diferentes circunstancias a las que se vea expuesta, así como al uso de diversos productos.
Son pieles que tienden a enrojecerse, a irritarse, a sufrir reacciones alérgicas y/o episodios de picazón o ardor con mucha más facilidad que otros tipos de pieles.
Espero que estas descripciones te ayuden a identificar tu tipo de piel para que puedas empezar ya mismo tu propia rutina del cuidado facial. Te invito a que leas este articulo: RUTINA DEL CUIDADO FACIAL ¿Puedes crearla tú misma?
Y mi frase de despedida : ” Ante la duda, está la consulta”.